Así lo confirmó Elon Musk, fundador de la startup dedicada a producir chips que se implantan en la cabeza de las personas para ampliar su capacidad cerebral.
Elon Musk afirmó este lunes que el primer paciente que recibió un chip cerebral de su compañía Neuralink ya puede «controlar el mouse» de una computadora con su pensamiento. El empresario presentó las novedades en un evento de Space X (firma que también le pertenece) que se realizó a través de X (otrora Twitter, de la cual es el mayor accionista).
«Los progresos son buenos, y el paciente parece haberse recuperado totalmente, sin efectos nocivos de los que tengamos constancia. El paciente es capaz de mover un mouse por la pantalla con sólo pensarlo», afirmó el CEO de X, aunque desde Neuralink todavía no emitieron un comunicado especial sobre el tema.
El paciente en cuestión es una persona mayor de edad a la que se le implantó el chip de Neuralink en enero de 2024, después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizara el año pasado a la empresa a realizar su primer ensayo clínico.
Ese ensayo, conocido como PRIME, es necesario para probar la interfaz cerebro – computadora inalámbrica para evaluar la seguridad del implante y del robot quirúrgico (o sea, el chip).
Para la siguiente etapa Neuralink intentará que el paciente produzca la mayor cantidad de clicks con el mouse manejado por su pensamiento, anticipó Elon Musk en su evento de este lunes.
El objetivo inicial del robot y el chip de Neuralink es permitir a las personas controlar un cursor de computadora o un teclado con sólo pensarlo. La meta final sería asistir a pacientes con problemas de salud como la obesidad, la depresión y la esquizofrenia, pero también podría instalarse en personas con autismo.
Neuralink, que cotiza en U$S 5.000 millones de dólares, ya enfrentó varias peticiones de escrutinio en relación con sus protocolos de seguridad. Reuters informó el mes pasado de que la empresa había sido multada por infringir las normas del Departamento de Transporte de Estados Unidos relativas al transporte de materiales peligrosos.
Además están las cuestiones de bioética, provacidad, control mental y otras cuestiones que no parecieran estar a la orden del día.